Por: Coral López
"En esta obra que nos ha regalado la Compañía Alicia Soto-Hojarasca en su 30 cumpleaños no falta una sola emoción, cualidad, vicio o defecto del ser humano. Retazos del alma con un hilo conductor, una tela gigantesca que ha escogido con mimo su diseñadora de espacio escénico y vestuario: Elisa Sanz ya consolidada en en el arte de cumplir y mantener sueños y realidades. Esta inmensa cortina hace unas veces refugió y cobijó, otras son cicatrices de vida que arrastramos con sentimientos escondidos o pregonados a los cuatro vientos. En cada escena se van mostrando el deseo, la esperanza, la decepción, la violencia y aunque Alicia y el equipo de dramaturgia -con Dina Figueiredo, Julio Martín Da Fonseca y la propia Alicia- han puesto mucho empeño en que las escenas sean tratadas de forma muy poética es difícil en ocasiones mantener la vista en los bailarines sin perturbarse y encogerse durante las escenas violentas, donde se muestra descarnadamente el lado oscuro del ser humano. La vida como un viaje, una alegoría de las velas con las telas, cruzar el río Estigia, cuando nos espera Caronte o el mar cuando nos espera una vida mejor o la muerte. La irremediable muerte a veces en vida por la soledad, otras por la desesperanza. Libido, pasión, dolor, violencia, acoso, amor, sexo… Un ciclón de emociones y de dolor que no se revela, grito callado y una constante referencia al agua, a la lluvia, nos recuerda que somos agua.. y que estamos inmersos en un mar de emociones y sentimientos. Perseguimos lo inalcanzable, y donde los bailarines se apoyan los unos en los otros para alcanzar sus deseos. Todo esto y mucho más es Paisajes Humanos".